Sin título, 2008.
130 cm. x 100 cm.
Soporte madera, lápiz compuesto y carboncillo.
Sin título, 2008.
100 cm. x 70 cm.
Grafito y aceite sobre papel.
Sin título, 2008.
120 cm. x 1oo cm.
Lápiz compuesto y carboncillo.
Superar exige asumir, no pasar página o echar en el olvido. En el caso de una tragedia requiere, inexcusablemente, la labor del duelo, que es del todo independiente de que haya o no reconciliación y perdón. Por el contrario, se festeja una y otra vez, en la relativa normalidad adquirida, la confusión entre el que algo sea ya materia de historia y el que no lo sea aún, y en cierto modo para siempre, de vida y ausencia de vida. El duelo no es ni siquiera cuestión de recuerdo; no corresponde al momento en que uno recuerda a un muerto, un recuerdo que puede ser doloroso o consolador, sino aquel en que se patentiza su ausencia definitiva. Es hacer nuestra la existencia de un vacío.
"Los girasoles ciegos", Alberto Méndez.
130 cm. x 100 cm.
Soporte madera, lápiz compuesto y carboncillo.
Sin título, 2008.
100 cm. x 70 cm.
Grafito y aceite sobre papel.
Sin título, 2008.
120 cm. x 1oo cm.
Lápiz compuesto y carboncillo.
Superar exige asumir, no pasar página o echar en el olvido. En el caso de una tragedia requiere, inexcusablemente, la labor del duelo, que es del todo independiente de que haya o no reconciliación y perdón. Por el contrario, se festeja una y otra vez, en la relativa normalidad adquirida, la confusión entre el que algo sea ya materia de historia y el que no lo sea aún, y en cierto modo para siempre, de vida y ausencia de vida. El duelo no es ni siquiera cuestión de recuerdo; no corresponde al momento en que uno recuerda a un muerto, un recuerdo que puede ser doloroso o consolador, sino aquel en que se patentiza su ausencia definitiva. Es hacer nuestra la existencia de un vacío.
"Los girasoles ciegos", Alberto Méndez.
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